Kei-O toma el control de la corte, todos los funcionarios corruptos son removidos. Sus amigas Suzu y Shokei se unen a su corte, pero Shokei decide enmendar los errores de su pasado. Kei-O también envía un emisario al Reino de Ho para pedir a Gekkei que asuma el mando hasta que el nuevo Kirin elija un rey.