Mientras admite al nuevo recluso Stephen Cartwright en el centro de menores donde trabaja como funcionaria de prisiones, Tina Dakin percibe que algo no va bien. Al avisar a su superior, Tina se distrae con otra emergencia, pero al volver a la celda de Stephen descubre que el chico se ha quitado la vida. Tras fracasar sus intentos de reanimar a Stephen, los problemas de Tina se multiplican cuando una serie de traiciones y encubrimientos la convierten en víctima de un crimen.