A Marta le ha puesto los cuernos su marido con una amiga. Ella quiere abandonarlo pero él le suplica el perdón. Ella está dispuesta a perdonarle pero con una única condición; devolverle los cuernos. Él desesperado, acepta, y ahora vivirá en una obsesión constante por saber cómo, cuándo, dónde y con quién Marta le pondrá los cuernos...